El verdadero duelo

Hoy quizás casi ni salgan las palabras de mi boca, aunque sí de mi mente, de mi cabeza y mi alma. Hoy todo mi cuerpo se une en una sola cosa, (algo extraño), y se ponen de acuerdo cabeza corazón y alma. Hoy nada es contradictorio, es todo muy claro:  sentimientos oscuros. De hecho, siendo sincera desde aquél 23 de abril de 2012 mi vida fue un poco más oscura, apagada, con menos vida.

Y es que cuando cosas así suceden, nada vuelve a ser igual, por más que lo intentes, por más que tengas planes de futuro prometedores o millones de ilusiones escritas en una servilleta de papel. Por más y más planos que hagas para poner los muebles de tu casa nueva... Por más oportunidades que te de la vida, nada vuelve a ser igual. Es cierto, hay muchas cosas por las que seguir hacia delante, pero también una gran razón para vivir con la cara medio girada toda la vida.
Mi pregunta es ¿cuándo aprendes a vivir con la cabeza hacia delante después de un golpe de tal calibre? ¿Cómo no cojeas cuando te han pegado un tiro en la pierna?

Hoy todo se tiñe de negro, el cielo está llorando; pues él también está de luto. Por ti, y por nuestras sonrisas, las que alumbraban nuestras vidas y las de todos los que nos quieren se apagaron, y con el tiempo han resurgido un poco, pero nunca han vuelto a brillar como antes. El cielo echa de menos que las personas sean felices de verdad. Yo echo que seamos felices de verdad. 

Malditos duelos, decían que duran un año... Pero ¿cómo van a durar un año? 
Un año dura el aceptar no ver a una persona cada día de tu vida. El verdadero duelo es comprender, aceptar y vivir con que no le vas a volver a ver el resto de tu vida. 

Carla#

Comentarios

  1. No sabes cuánto te entiendo. En mi casa estamos pasando algo parecido. Yo creo que nunca te acostumbras del todo a no ver a esa o esas personas. Es duro, pero los que seguimos aquí tenemos que vivir lo que ellos no pudieron.

    Un abrazo fuerte y ánimo.

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