Y a ti, ¿qué te ha aportado?

Hoy, aunque habiéndome levantado sin saberlo, he tenido una de las mejores clases de mi vida, o quizás la mejor, la que posiblemente en mis 15 años de aprendizaje más me ha hecho pensar, y llegar hasta dentro de mi. 
En Teoría de la Educación, siempre algún que otro alumno expone alguna foto suya, con motivo de explicar algo personal. Hoy, me tocaba a mi, y he querido enseñar lo más personal y profundo que llevo dentro de mi ser, y que pocas veces me atrevo a exteriorizar: 







Cuando estaba exponiendo la foto, expliqué todo lo que era mi tío para mi, todo lo que le quería, las aficiones a las que me introdujo, y el pequeño "tributo" que quise hacerle después de su muerte con esta foto, haciendo lo que más me gustaba. Intenté explicar que él, nunca saldría de mi mente. 
Cuando terminé la exposición hubieron varias preguntas, pero mi profesor de esta materia me hizo LA PREGUNTA, una pregunta que nadie se atrevió a hacerme, y que a día de hoy, durante este largo año y medio, yo, no me había ni siquiera atrevido a plantearme: "¿Qué es lo que te ha aportado a ti tu tío en la vida?" En ese momento, rompí a llorar y contesté entre lágrimas que me había enseñado a afrontar la vida, a coger el toro por los cuernos y a ir de frente hacia los problemas. La clase empezó a aplaudir como símbolo de apoyo, que realmente necesitaba en aquél momento. 

Llegué a casa, y no paré de pensar en esa pregunta una y otra y otra vez, atardeció, anocheció, y seguí pensando sin parar. Habían tantas cosas que me hubiera gustado contestar a esa pregunta, y sin embargo en aquél momento sólo pude decir una de tantas que mi tío me ha aportado. Pues él siempre confió en mi, creyó en aquello que quería hacer a lo largo de mi vida, y donde los demás me daban una negativa, mi tío me abría puertas. Me hacía estar feliz con una sonrisa y una caricia suya, me escuchaba,  me apoyaba en cosas que tenía razón y cuando no, me hacía entrar en razón. No sólo me contagió su pasión por el fútbol, hizo que me encantara el inglés, y cada vez que me daban una nota de esta asignatura, le llamaba para decírsela. Me enseñó que huyendo no se gana nada, que hay que enfrentarse a las cosas y seguir al corazón. Me enseñó cosas incluso después de haber muerto, pues aprendí que hay que cuidar como si no hubiera mañana a las personas que quieres y te quieren, porque nadie te garantiza que mañana lo vayas a poder hacer. 

Aún habiendo dicho todas estas cosas, creo que ni hoy, ni mañana, ni pasado podría tener una contestación completa a esa pregunta que me hacía tanta falta plantearme y que quizás, mi subconsciente  hacía que la llevara evitando tanto tiempo.

 Es cierto, no sólo me quedo con los buenos momentos, las sonrisas, los besos y todo el amor que él me daba. Ahora sé que me ha dejado en mi poder un modo de vida increíble y unas enseñanzas que son un verdadero tesoro, y es que al intentar enumerarlas, pierdo hasta la cuenta.




Gracias Joan.



Carla#

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